Ya lo decíamos con la entrada en la UE y ahora con la alianza con EEUU;
Bruno Aguilera: “Y es que al paso que vamos poco tardarán en imponernos que nos acostemos como las gallinas para dedicar lo mejor de nuestro tiempo a trabajar, sin poder fumarnos el pitillito de las once y sin más opción que la de beber agua embotellada y alimentarnos con cuatro chucherías light. Hasta que llegue el día en que nos obliguen a hacer deporte todos los días y a no yacer con la parienta más que para reproducirnos, como manda la Santa Madre Iglesia. Todo en aras del sacrosanto aumento del PIB.” Todo esto viene a cuento de los cocodrilos avistados en un pantano madrileño, de que eso también es imitar a los norteamericanos, y por puro aburrimiento. Pero yo me quedo con el párrafo introductorio (de donde viene la cita). Es bueno que los conservadores se nieguen a proteger nuestra salud, sobre todo cuando el único sentido que tiene para los Gobiernos es que estemos sanos para ir a trabajar mañana, para que no decaiga el ritmo de producción. ¿La enfermedad como rebeldía?
El cocodrilo.