“La red eléctrica y transparente, Internet, se va tejiendo y nos envuelve, nos atrapará en esa nueva dimensión. O ya nos tiene”.
Suso de Toro ha pasado los últimos tres años tirando
botellas al mar, calmando la ansiedad de comunicarse con otras gentes de otras partes también enredadas y que difícilmente conoceremos, porque ésa es parte del engache de esta era digital. El experimento ha cumplido su tiempo y Suso de Toro deja de escribir en la red: “
Me despido de la red. Tanta ansia. Ahí quedan textos sin forma, palabras sin contexto, melancolías flotantes en el éter matemático de Internet. No pasarán a papel, no sabré cuantas cuartillas sumarían. Una parte de mi trabajo literario le corresponderá a la red. Aunque sea un animal analógico he arado literariamente tres años en ese Internet, un océano que se extiende, penetra e inunda ya nuestras vidas”.
Internet y la carne.