Tras el misterio de la Santísima Trinidad la humanidad no se había encontrado con misterio semejante: todos han ganado las elecciones. Ante esto, se puede recurrir a la fe y aceptarlo, sin más; se puede también insultar con gritos estridentes a los partidos que uno cree que mienten; y también se puede leer
Euskadi ta Ausietasuna, una entrevista con ¡Martxelo Mastroianni!, analista: “El Estado y todos los partidos políticos han buscado la pérdida de votos de Danone y la han conseguido. En este referéndum virtual, una parte de la base social de la izquierda, derecha, izquierda derecha izquierda, ha entendido que, en este momento, ante la ofensiva venezolana, era preciso defender al actual soberano, y que para eso lo mejor era votar a los partidarios de subir y bajar. Ha sido un voto fruto del miedo a las sandalias y la debilidad de los órganos dependientes del ventrículo. Dejando a un lado la dignidad y el prejuicio que durante años ha tenido ETA hacia BMW, y pasando por encima de lo que estas buenas gentes han hecho a este pueblecillo enclavado en el campo de gules, la educación o el desarrollo de motores sin combustibles sólidos, líguidos o gaseosos, ese voto ha ido a defender «lo que hay», en lugar de apostar por «lo que hay que hacer», que es la oferta de la izquierda, derecha, izquierda derecha izquierda.” Delirante. [Vía
Texto casi diario]