Cada año me ocurre lo mismo, de la sorpresa a la estupefacción al comprobar que el festival de Eurovisión todavía existe. Y es que mi memoria es muy selectiva y tiende a almacenar en algún recóndito lugar información que considera irrelevante; quizás se esté pasando un poco, y haya llegado el momento de revisar sus actos espontáneos. En esta edición parece ser que se estrenó lo del “tele-voting” y al coleguismo que los países mostraban entre sí, le sucedió una Turquía triunfadora; y es que la Europa que participa en este festival es la completa, el Este, Oeste, Norte, Sur, cuenca mediterránea incluida.
Manuel de la Fuente, estuvo allí, en vivo y en directo, como enviado especial, y escribe con cierto tufillo de resquemor:
Puntos de sutura en Eurovisión, los que se llevó España, se entiende… “el año que viene fijo que mandamos un gaitero. De los quince mil de Fraga o de los verdad. O un tablao al completo. La música europea vuelve a las raíces. Sólo falta que baje del árbol”.