Muchos comentaristas llevan años preguntándose por el paradero del humanismo. Su mirada siempre vuelve al pasado. Sus lecturas son de autores cuyo punto de partida y de llegada es el pasado. Por pasado me refiero al orden industrial, a la razón lineal, a la retícula como paradigma. Hoy, sin embargo, están ocurriendo cosas emocionantes en la vanguardia intelectual, tanto en la ciencia como en las llamadas humanidades. Pero apuntan a una nueva forma cultural que ya no es la retícula, es la red. En la red se confunden adentro y afuera, la frontera, lo que no que ni dentro ni fuera, es lo que interesa explorar. Es otro mundo. Para ver el tipo de confusión de los viejos humanistas al que me refiero,
Margo Glantz:
¿Es todavía posible el humanismo?