Creo que
Juan Goytisolo atina en el blanco: “A la arrogancia del poder norteamericano y a la probada ineptitud y corrupción de los regímenes árabes, no podemos oponer otra cosa que el lenguaje de la razón. Los pueblos de Oriente Próximo y del Magreb necesitan desesperadamente unos gobiernos democráticos, liberados del peso opresor de las tradiciones retrógradas y de la instrumentalización wahabí del Corán. Pero la democracia no se impone a bombazos, ni con políticas de dos pesos y dos medidas tocante a Israel y a sus países vecinos. No habrá paz posible sin una solución justa del drama palestino y un mayor conocimiento por Washington de las sociedades musulmanas y del rompecabezas de culturas y etnias de la más abigarrada y conflictiva región del planeta.”
Tras el atentado de Casablanca.