“Durante la II Guerra Mundial, los soldados de las lejanas regiones del Cáucaso y de Mongolia reclutados por el Gobierno de la Unión Soviética, volvieron a sus casas con numerosos grifos arrancados en Berlín, entusiasmados con aquellos artilugios a los que atribuían el portento de hacer fluir el agua de las paredes…” El agua está en boca de todos, y no es ningún milagro. Hay que empezar a encontrar soluciones al problema de la escasez. Cristina Narbona escribe sobre el
problema del agua en España.
2002-03-22 20:44 Tienes un lugar bajo el cielo de la suave noche. Un beso nefrítico. Paz
2002-03-22 21:26 Gracias. Precisamente esta mañana me comentaba mi vecino, el cuidador del palacio de la Orden de Calatrava, que aunque bebe mucha agua le duelen los riñones. Un misterio.