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Cultivos forestales en el entorno de la selva

Vivo literalmente rodeado de plantaciones de pinos. Son, en general, muy jóvenes, de dos metros los más altos, y su dueño los cuida como si fuesen perros: está atento a que la hierba no los coma, desbroza, les da de beber en abundancia, los abona… De lejos recuerdan a un cementerio de soldados, pero a pesar de su regularidad geométrica son hermosos. Pero como quién mira a un cerdo, sé que morirán en cuanto su tronco sea bien pagado y entonces plantará otro en su lugar. Con suerte, veré un par de generaciones de pinos. Salvando todas las distancias, algo similar propone Ramón Tamames como solución a la devastación de los bosques tropicales en Cultivos forestales en el entorno de la selva, donde expone la experiencia de una finca del norte de Argentina con plantaciones de cultivos forestales intensivos.
Marcos Taracido | 16/05/2003 | Artículos | Ecología

Comentarios

  1. Otis B. Driftwood
    2003-05-17 00:28 Lo que me pareció más novedoso al leer el artículo es cómo argumenta que las explotaciones controladas bajo estrictas condiciones de mantenimiento y calidad se desarrollan más rápido, dan una madera mucho mejor y son más rentables que si se sacan directamente del bosque primario, plagado de imperfecciones y mucho más lento en crecimiento. A priori parece muy ventajoso para el maderero, pero la cuestión es si estarían dispuestos a hacer la inversión inicial necesaria y esperar el tiempo suficiente para poder explotar esa materia prima. Como en todas las innovaciones, ese “período de moratoria” es el principal riesgo y el mayor escollo que se encontraría. Es obvio que si el maderero tiene su materia al alcance de la mano no le ve sentido esperar de 8 a 20 años, ni siquiera un período transicional donde redujese su volumen de ventas. Pero es necesario, incluso imponiéndolo legalmente, si se quiere evitar la destrucción total de la Amazonía.
  2. Marcos
    2003-05-17 15:51 Yo siempre comento de qué tipo de paciencia hay que gozar para mantener estas plantaciones que no podrá disfrutar (del dinero) hasta dentro de 10 o 20 años. Pero esto es Galicia, y aquí la mentalidad es otra: por aquí es por donde una familia tiene tierras por valor de 50 o 80 millones (de pesetas) y vive en una casa de cemento, si revestir, y en condiciones de pobreza; o gente de 80 años con esas mismas tierras y además 20 millones ahorrados en el banco y que no suelta nada para que sus hijos lo hereden y estos a su vez lo mantengan hasta que tengan 80 años y…

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