El debate sobre los Medios de Comunicación debe de ser profundo, reformador y ético, porque la coyuntura actual, con la libertad de expresión amenazada no sólo y principalmente por los gobiernos no democráticos sino también por otras formas sibilinas de coacción, necesita de una respuesta periódistica distinta y reelaborada.
Marta Caravantes pone sobre la mesa algunas de las carencias del actual periodismo: “Sin contratos laborales, con sueldos de miseria y jornadas de trabajo desmesuradas, los periodistas del siglo XXI conforman una profesión pauperizada. Portavoz en muchas ocasiones de causas loables y solidarias, el periodista, sin embargo, ha sido incapaz de saber defender sus propios derechos laborales y profesionales. El miedo, la resignación y la ignorancia son algunas de las causas pero, sobre todo, el autoengaño de creer formar parte de una profesión liberal de élite, cuando se es, sencillamente, un trabajador.”
Periodismo: una profesión en harapos.