“El
voto bronca, aquel viento de protesta que hace un año y medio anunció la tempestad del gobierno de Fernando de la Rúa, quedó ayer desactivado. Lo reemplazó un
voto táctico, menos ideológico, más pensado, de millones de personas que hasta hace un mes, en medio de una apatía generalizada, no tenían ni idea de a quién votar”. La cita electoral que vivió ayer Argentina tuvo como gran protagonista a toda la sociedad
80% de participación que no quiso eludir su responsabilidad en la decisión del presente y futuro de su propio país:
Argentina enterró el “voto bronca” y dio paso al “voto útil”. Y el proceso aún no ha finalizado. El pase de Kirchner y Menem a la segunda vuelta puede encarnar, por un lado, la política del dólar alto y la producción local, y por el otro, la apertura económica y el aliento al consumo.
Dos modelos económicos en pugna.