Podría ser un cuento, con una trama perversa, pero es realidad lo que está ocurriendo con la empresa Brukman en Argentina. Esta empresa fue abandonada por sus
dicen que “propietarios” tras dejar de pagar deudas, salarios, y demás prestaciones; dejando en la miseria a su personal trabajador. Las personas trabajadoras de esta empresa dedicada a la confección textil, tomaron las riendas del asunto, se organizaron en régimen de cooperativa para recuperar sus trabajos y reflotar la empresa. “Cincuenta y seis obreras mujeres
jóvenes, mayores, algunas madres, otras abuelas fabrican cien trajes por mes para señores elegantes. Trajes que llevan etiquetas con marcas muy conocidas de acento francés. Sus maridos no pueden vestir esos trajes que confeccionan sus esposas y que cuestan el salario de un mes”. Ahora una orden judicial les obliga al desalojo porque la empresa será devuelta a sus supuestos dueños. En
Los trajes que fabrican las obreras de Brukman Andrea d’Atri recuerda que “cincuenta y seis obreras que hacen trajes para hombres de primera calidad persisten en su reclamo. Saben que a esos señores que se visten con los trajes elegantes que ellas fabrican sólo podrán torcerles el brazo con el apoyo incondicional que están recibiendo de las miles de familias vecinas que, vestidas de cualquier manera, aprueban que la empresa le pertenece a esas señoras
algunas madres, otras abuelas que hoy luchan por su dignidad con hilo y aguja en mano”.
2003-12-10 17:40 quiero ver trajes que sean elegantes de la antigua europa