Comentarios

1. Flanagan
   2003-04-17 16:27 En la política y en el comentario político, debido a su significado y a sus consecuencias, no DEBERÍA haber sitio para la imaginación, ni para la especulación. ¿Adivinan la suerte que hubieran corrido los iraquies que custodiaban a los prisioneros norteamericanos si les llegan a poner un dedo encima?. Una cosa es trabajar como soldado y otra cosa ser gilipollas.
2. Otis B. Driftwood
   2003-04-19 01:24 Hombre, puestos a especular (y usted también especula en su comentario), a mí me parece más lógico que si a esos soldados custodios les dan la orden de torturar a los presos para sacarles información o para lo que sea, lo harían sin dudarlo, precisamente porque gilipollas no son y saben que enfrentarse a una autoridad superior les puede suponer la muerte inmediata (toda dictadura se sostiene sobre la obediencia inmediata e incuestionable del ejército, y eso sólo se consigue con el terror sobre los propios soldados ante su jefe). Lo que quiero decir es que cualquiera de las dos posibilidades pudo igual darse. La pregunta que me hago es: ¿se dio o no se dio esa orden? Y si no se dio, ¿por qué? En cualquier caso, hay que alegrarse de que no se produjera el trágico desenlace. No estoy de acuerdo con usted, por otro lado, en que en la política no debería haber sitio para la imaginación. Creo que la evolución y el avance de los estados se fundamenta precisamente en el uso de la imaginación. Naturalmente, eso siempre está sujeto a errores, pero ¿es que hay algo que no dependa más del factor humano (aparte, quizás, del amor) que la política?