Hermann Bellinghausen: “A dos días de cruzar de nuevo el gran río en un transbordador ligero como el bambú, los árboles del bosque de Quián ofrecen una sombra que corone sus melancolías. Toma de su jubón de hilo pinceles y tinta para trazar sobria caligrafía negra en los rollos en blanco que carga como equipaje único: “Viejo amigo que tan lejos te hallas de los maples dorados de sol en la cuenca del Yangtzé, recibe en tu exilio este saludo en marcha. Las noticias llegan de ninguna parte y son increíbles. Aquí sentado, con el espíritu herido, persigo en el aire a las palabras”.”
Tu Fu escribe a Li Po.