Benigno Pendás no entiende el no de la opinión pública española. Dice que Aznar ha hecho lo que debía y que ahora España entrará a ser parte activa de la historia. Lo que no entiende es que el no a la guerra está por encima de eso (y no hablo de política): es no a las matanzas gratuitas, no al quebranto de la legalidad internacional, no a miles de muertos de decenas de nacionalidades distintas por un nuevo orden internacional. En este NO, claro, nadie piensa en qué conviene políticamente a España, por suerte.
¿Qué hacer?: “Aznar intuyó el sentido de la Historia y ganó plaza en las Azores para sorpresa general: España juega de alfil y con las piezas blancas. Pero no supo advertir la onda expansiva del pensamiento débil que impregna nuestra realidad sin pulso: exceso de «movida», defecto de responsabilidad, inercia frente al riesgo. Europa raptada, con maneras bizantinas.”