Ha muerto
Julio A. Parrado, periodista de El mundo, en Bagdad. Esta es su
última crónica del conflicto: “La incapacidad para moverse de un lado a otro en Halid impide también enterrar a los muertos, algunos de los cuales siguen esparcidos por el suelo. «Cada vez que trato de ir a enterrar a mi madre, me echan para atrás. La pobre no puede seguir junto a ese canal», se quejaba un joven al capitán Bowen. Abrumado por las peticiones, este comandante terminó escribiendo salvoconductos de su puño y letra en hojas de cuaderno, una mínima garantía para que este huérfano no termine con los sesos volados a 20 metros de un control de la policía militar”.