Manuel Martín Ferrand: “El sargento instructor que me tocó en suerte cuando lo del Servicio Militar obligatorio solía repetir, muy indignado, cada vez que hacíamos algo mal, bien fuera una marcha o una formación:Hacerlo bien, coño. ¿Queréis que éste sea el ejército de Pancho Villa?” Luego cuenta las condiciones desastrosas del transporte de las tropas españolas a Iraq y concluye: “Si, como parece evidente, nuestras unidades no están completas y su equipo es insuficiente, ¿qué hacemos mandando soldados efectivos dicen muchas veces las notas oficiales a lugares remotos y transportados en vuelos de alquiler. Ya sólo falta que una próxima remesa salga de casa provista de un bonobús y con instrucciones de llegar al Pérsico. No hay modalidad peor del disparate que la que cursa con manías de grandeza.” Por cierto, el ejército de Villa era una gran división de caballería, perfectamente pertrechada e invencible, hasta que se importaron en México las ametralladoras pesadas y las técnicas de guerra de trincheras experimentadas y mejoradas en la Gran Guerra europea.
El ejército de Pancho Villa.
2003-04-06 12:49 Si no fuese una situación tan terrible, Gila estaría seguro partiéndose de risa en la tumba. Pero sé que él también estará mostrando su rechazo, a su modo, allí donde esté.