Miguel Ángel Aguilar: “Estamos ante una situación en la guerra de Irak donde algunos, como Cardigan, uno de los responsables del desastre de la carga de la Brigada Ligera, compensan con su arrogancia la perspicacia de que carecen. El caso más agudo se presenta siempre en las organizaciones o ambientes autoritarios, tal que el instalado en el núcleo duro de la Administración fundamentalista del presidente Bush, porque todo conspira para eludir las culpas mediante negaciones, racionalizaciones y el recurso a víctimas propiciatorias. El resultado final es que quienes fueron auténticos responsables nunca llegan a admitir su fracaso o su incompetencia y así todo es inútil para impedir que el desastre se repita.”
El negocio de las catástrofes.