El Marqués de Sade sigue ejerciendo una fascinación enorme, y a mi entender, incomprensible. El suplemento cultural de El País, Montevideo, publica esta semana un extenso artículo sobre el filósofo libertino.
Andrea Blanqué: “Cualquier partidario de lo “políticamente correcto” se hará las delicias al leer La Filosofía en el tocador y descubrir los excelentes argumentos en contra de la pena de muerte, en contra de la monogamia, y a favor del derecho al placer de las mujeres. Pero también se le podrán poner los pelos de punta cuando allí lea la justificación del infanticidio, e incluso, la ardiente reivindicación de aquello que la posteridad nombraría justamente con “sadismo”: gozar con el dolor del otro.”
El estigma del maldito.
2003-03-28 01:44 Me he encontrado con un personaje, dice ser de Cáceres, que anda preocupado y muy escribidor. Intitula sus magníficos trabajos con introducciones como esta: Escrito de duda metafísica, porque supone buscar a dios en un universo paralelo,que no es el de la energía cinética,y por tanto está más allá de la vida y de la muerte,lo que supone estar también ya más allá de la mente y la conciencia (...) Están avisados :-) Sus textos son para poner los pelos de punta. Para su desgracia tiene poca audiencia, casi nadie lo lee, o si lo hace se asusta ante semejante exposición de conocimientos. Parece uno de esos personajes tragicómicos y solitarios (como ese van Gogh pasado por la criba de un guionista americano). Nadie le hace ni puto caso. ¿Te imaginas, Roger, a un tipo como ese escribiendo comentarios en el Libro de Notas?. Imajino que te lo imajinas, ya has pasado por ello. ¿Sade? El de Cáceres lo supera :-) Un abrazo
2003-03-28 10:09 Bueno, Sade tiene una indudable ventaja sobre este hombre: sus boutades, sus barbaridades, sus burlas, eran perfectamente inteligibles, de hecho, eran demasiado crudas en su exposición y por eso sigue fascinando. He intentado leer dos o tres textos de este hombre y me divierte lo que parece una burla absoluta del lenguaje tecno-científico-teológico, y de paso del lector. Saludos.
2003-03-28 10:26 En la compañía en la que trabajo hay un técnico que es un excelente inventor de máquinas teatrales (argumentos, situaciones, escenografías, cualquier cosa que genere teatro). He de pasarle esta dirección porque creo que encaja bien con la idea que estamos trabajando para el próximo espectáculo. Estoy seguro de que nos será muy útil cuando nos sentemos a escribir, aunque habrá que trabajar para hacerlo verosímil :-)