Desde que alcanzo a recordar, me ha gustado debatir y también generarlo. Lo que me resulta más interesante es precisamente la contrastación de los argumentos que se desarrollan por las diferentes partes, y las posibilidades de que ello permitar resolver un conflicto. En
La lógica de los debates,
Juan Urrutia nos invita a desmenuzar la misma desde la Teoría de Juegos. utilizando como escenario el debate en el Consejo de Seguridad de la ONU respecto a la guerra de Irak, y los jugadores principales serían “USA” y “Francia” que pretenden convencer a un tercero (el Consejo de Seguridad) de que tome una de las dos decisiones siguientes: ir a la guerra contra Irak inmediatamente o dar tiempo a los inspectores de la ONU.
2003-03-25 19:59 Un ejemplo de paja mental. Lo único que el Sr. Urrutia pretende mostrar es lo listo que es. Para olvidar.
2003-03-25 21:34 Qué curioso, en vez de dar argumentos, se limita a descalificar. Yo creía que a usted le gustaba la crítica constructiva. ¿Dónde quedó esa elegancia que usted pedía en algún comentario de por aquí abajo?
2003-03-25 22:37 Me temo que no era yo quien inició el tema de la elegancia, sino el Sr. Marcos, a quien recordé sus propios argumentos. Pero excita usted mi curiosidad: ¿podría usted indicarle a este ignorante mortal qué idea aporta el citado artículo?; ¿o qué pretende demostrar?.
2003-03-25 23:15 El tema de la elegancia lo inicia, con motivos, el señor Marcos (lo que llevó a una disculpa suya, por cierto), y usted abunda en ello en otro comentario. ¿Significa eso que una vez devuelta la pelota, queda usted libre de tener que emplear la elegancia? No se salga por la tangente y ponga a otros para escudarse, defiéndase usted solo, hombre. Respecto al artículo, no pretende demostrar nada, solamente tratar de dar una explicación diferente a la lógica de los debates, particularizando a modo de ejemplo en el debate sobre la guerra con Iraq en el Consejo de Seguridad de la ONU. Para ello hace uso de la llamada “Teoría de Juegos”, un instrumento muy reconocido y aceptado por matemáticos y economistas y que se enseña en las Facultades de Económicas y en carreras con asignaturas de Administración de Empresas (como es mi caso), como parte de lo que se llama “Teoría de la Decisión”. A grandes rasgos, trata de asimilar procesos como la toma de decisiones (o en este caso, un debate) a juegos de azar ficticios en los que la distribución de probabilidades viene modificada por la información que se conoce en cada momento y por la estimación que de las consecuencias se hace, en términos de coste (monetario, moral, o como se quiera medir). El artículo trata de aplicar esa teoría al debate, empleando diversos métodos de Teoría de Juegos. Que no trata de demostrar nada, sino sólo de analizar una posibilidad de explicación queda muy claro en la última parte del artículo. Cito: “La Teoría Económica no es como la Física, no nos descubre grandes verdades sobre la realidad; pero, a pesar de ello, asienta nuestro pensamiento mediante el estudio exhaustivo de modelos o ejemplos. Si hubiese elegido otras formas de modelar los conflictos quizá habrían aparecido otras formas de resolución o quizá habríamos detectado la imposibilidad de resolverlos en ciertas condiciones.” Espero que su curiosidad haya sido satisfecha, aunque sea mínimamente. Por otra parte, reconozco que el artículo es algo confuso como está escrito, pero una segunda lectura puede aclarar muchas cosas.
2003-03-26 00:03 Conozco la Teoría de Juegos. Como ingeniero y matemático. Como economista, no. Disculpe mi ignorancia si no conozco las aplicaciones de las tesis de J. von Newmann… Me descubro ante usted. Pero… ¿y qué tienen que ver las Matemáticas con la política?. ¿Dónde está la hilación?. ¿Qué se demuestra?. Verá: hay dos tipos de conocimientos. Unos, que se pueden aprender mediante libros (por ejemplo, las Matemáticas o la Ingeniería Informática). Y otros que no. Por ejemplo: cómo ligar. No existe ningún camino para el éxito, pero si hay uno seguro para el fracaso: seguir las recetas, porque cada persona es única. Por ejemplo: la historia humana. Supongo que, siguiendo sus palabrasm usted ya h Ha dado ya usted con una ley para predecir qué sucederá pasado mañana; aguardo espectante que me diga cuando (día y hora) los norteamericanos entrarán en Bagdad. Por ejemplo: la cocina. Si sigue usted un recetario, es que no tiene ni idea de cocinar. Por ejemplo: la política. Por ejemplo: la inversión en bolsa. Si cree usted que algo reemplaza el conocimiento de primera mano de las empresas, tendré uno de estos días el placer de echarle un euro cuando pida a la puerta de una Iglesia. Los tontos de nuestro tiempo son optimistas y escépticos. Optimistas porque creen en el poder de su razón en todos los ámbitos y escépticos porque creen que nada escapa de su luz. Trivializan. Se sienten superiores a las miríadas de generaciones que les precedieron y creen que la tradición, las costumbres y los prejuicios no tienen valor alguno. Sin embargo, los españoles, por ejemplo, acostumbran a desayunar leche o zumo y no insectos, ni filetes, ni pescado, ni mariscos… Los chinos jamás toman leche (para ellos sería como mocos) pero si perro, los ingleses no prueban el conejo (lo consideran como las ratas)... ¿Por qué lo hacen?. ¿Qué tiene que ver la razón en ello?. ¿Nos ponemos a analizar posibilidades para que la población cambie de costumbres?. Y vuelvo a la cuestión: ¿podría usted indicarle a este ignorante mortal qué IDEA aporta el citado artículo?; ¿o qué pretende DEMOSTRAR?. Porque, aparte de mostrar la inteligencia del autor y la suya, yo no veo DEMOSTRACIÓN alguna. Y no me salga de nuevo por la tangente. Alguna idea tengo de lo que es una DEMOSTRACIÓN. [Disculpe si mis ejemplos son poco elegantes… Por cierto, creo que una atenta lectura de mi segundo post también podría aclararle muchas cosas.]
2003-03-26 00:39 Como ya le dije en mi contestación (cuya segunda lectura le recomiendo, también, la suya la leí tres veces antes de contestar, no se preocupe), queda muy claro en el artículo (no sé si ha visto la cita) que NO TRATA DE DEMOSTRAR NADA, sino de ILUSTRAR algo. ¿La idea? Para ser usted matemático (que yo no soy) e ingeniero (que sí) parece que le tenga aversión a la lectura de las lineas pares (o impares, según se mire), porque en mi condición de ignorante mortal (que usted parece que no se cree) pienso (otra vez) que lo único que trata es de ilustrar con ejemplos cómo se podría aplicar la teoría de juegos a la política. ¿Que no se puede? Es posible, pero como idea me parece, como poco, interesante. Ya Asimov apuntó la idea “inventada” de una ciencia, la Psicohistoria, que trataba de predecir los comportamientos de masas mediante una combinación de Matemáticas y Sociología, para luego indicar que un sólo individuo podía cargarse todos los resultados teóricos. Si usted de todo eso ha sacado que nos creemos superiores, que somos tontos optimistas, etcétera, es su problema. Igual es que sus vastos conocimientos le permiten saber cómo es la gente por dentro sólo leyendo un artículo o un post. Personalmente, procuro no tomarme las cosas tan a pecho. Me pregunta, supongo que con retintín, si he dado con una ley para predecir qué pasará próximamente… pues no, ni la busco ni pretendo hacerlo. Pero si usted en su primer comentario se explica como se ha explicado ahora, en lugar de calificarlo alegremente de “paja mental” y de despreciar a su autor, pues quién sabe, igual hasta nos ahorramos sus últimos exabruptos. Y lo lamento, pero no puedo disculpar la falta de elegancia de alguien que se la exige a otros. La falta de educación, tampoco, aunque usted no la exija. Y el desprecio gratuito a los que hacen estas páginas, menos todavía. Como último apunte: “Expectante” se escribe con “X”. Me hubiese gustado decírselo en privado, pero no pone usted medios.
2003-03-26 07:20 LdN manipula los posts. El segundo post de http://www.librodenotas.com/mt/mt-comments.cgi?entry_id=3407 ha sido manipulado. Unos roots como mucha ”ética”. Adviertan en otros foros.
2003-03-26 11:22 Sí. Lo he añadido yo. Es en la nota sobre Historia de la humanidad. También añadí la última frase en la nota sobre un artículo titulado Hacia un nuevo contrato social. Lo hice yo solo y de mi propia iniciativa: pido disculpas a los lectores de LdN y a Marcos Taracido y a Carmen Castro, que no tienen nada que ver en el asunto. Ahora pido disculpas a Flanagan directamente por haber manipulado una frase suya y añadido otra a un comentario suyo. Arriba dejo claro donde ha sido. En la nota sobre Historia de la humanidad explico mis razones, en todo caso insuficientes.
2003-03-26 13:08 Roger, sobran las disculpas; nos hacemos cargo de la situación. Ahora bien, el LdN exige por nuestra parte una mayor frialdad en actuaciones futuras, para no entrar en el juego ni caer en la provocación. Por ello, no tenemos intención alguna de volver a contestar a ninguno de los improperios al estilo de los que hemos leido en estos días. Aquí estamos, Saludos,
2003-08-20 18:59 Quisiera hacer referencia a los siguientes puntos: (i)Una diferencia básica entre los juegos de información perfecta e imperfecta es que en los segundos hay un desconocimiento en las elecciones que realizan cada uno de los participantes. (ii) Los juegos (matemàticos o semànticos) están concebidos de acuerdo a un marco ideal, siempre hay una estrategia ganadora. Por eso, (iii) Lo que pudieramos llamar juegos conversacionales no pueden caracterizarse en tèrminos del simbolismo lògico y matemàtico de la llamada teoría de juegos. Muchas veces la discusión (debate) entre dos personas no tiene ninguna conclusiòn. De esta forma, aún cuando la teoría de juegos presente una gama de elementos que pudiéramos aplicar en el desarrollo de un debate no necesariamente tendríamos los ersultados esperados. Los argumentos de Francia, Rusia y Alemania eran más fuertes, pero igual se desencadenó la guerra. Todo esto nos induce a pensar que el principio de cooperación, fundamental cuando queremos solucionar problemas, no fue cumplido ni por los estadounidenses ni por los británicos. La finalidad de estos era la guerra a toda costa y cuando hay posturas previas no hay sentido para el debate, no si el ideal es, como diría Gadamer, llegar a acuerdos.