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El dilema del botín Juan Alberto Belloch arremete prudente e inteligentemente contra el PP, con una parábola bien construida y oportuna: “la vida diaria y cotidiana de la política está igualmente plagada de errores pequeños que la inmensa maraña de un caudal informativo masivo permite ocultar. Ninguno, aisladamente considerado, tiene relieve suficiente como para cumplir la función pedagógica de «aprender de ellos». Se deslizan inaprensibles hacia el fondo de las aguas formando sedimentos microscópicos que van dificultado, poco a poco, el duro oficio, pocas veces arte, de la navegación política. Y, por fin, las aguas son tan poco profundas que el barco encalla.”
2003-03-22 11:21 ¿Qué se puede “aprender” de un gran error?. ¿Qué “utilidad” tuvieron los campos de exterminio?. ¿Son deseables los grandes errores para que la gente “aprenda”?. Un hombre abandona a su esposa por una nimiedad para que “aprenda”. ¿A eso se refiere?. Él, seguro que sí puede aprender de uno de sus inmensos errores: el nuevo Código Penal del 1995. Por desgracia, para que él pueda “aprender”, el sistema de Justicia de puertas giratorias ha dejado a miles de víctimas para siempre en el cementerio y miles de asesinos en la calle. ¿Es deseable este género de “errores”?. Al superministro ahora le da por cultivar la ciencia-ficción.