En el mercado de Nueva York una carpa que iba a ser destripada comenzó a gritar en hebreo que llega el fin del mundo. Tal y como están las cosas es más que posible que se le dé mayor credibilidad al pescado que a los analistas internacionales.
Xuan Bello, por ejemplo, así lo cree: “Esta historia me deja boquiabierto. Yo ya sabía, por la literatura, de la existencia de peces habladores. Álvaro Cunqueiro, por ejemplo, defendía que las truchas de los ríos gallegos seguían expresándose, en la intimidad subacuática, en gaélico, y a algún pescador convenció para que se aprendiese algunas palabras en esta venerable lengua y las susurrase junto al río, mientras prendía la mosca, por si las truchas picaban mejor. La lengua de los peces sigue siendo un misterio y ya ven que sigue habiendo gente en el mundo dispuesta a escucharla.”
Algunos signos de los tiempos.
2003-03-20 16:07 Hace mucho tiempo que dejé de tener pecera con peces. Un día, no se cómo, sentí la angustia de los dos pececitos dando vueltas y más vueltas. En cierta forma entendí su idioma. Se me ocurre, un pez que habla un idioma es imposible. Pero si escuchamos atentamente al pez quizá podamos entender algo. Muchas leyendas apuntan una época en la que los animales, las plantas y las montañas hablaban con los hombres. En estas historias siempre sucede algo terrible y de repente nadie se entiende con nadie. Creo que los judios imajinaron la historia de la torre de Babel adaptando alguna de estas leyendas.