El partido en el Gobierno sigue en su escalada de autoritarismo y maniqueísmo extremos. Ahora resulta que toda denuncia de torturas debe no sólo ser ignorada sino perseguida; es exactamente al contrario: cualquier denuncia por torturas ha de ser investigada aún a sabiendas de que es muy probable que más del 99% de los casos sean falsos: “Claro que hay acusaciones falsas de torturas, como hay acusaciones falsas de violación, de acoso sexual o de violencia doméstica. ¿Vamos a descartar por eso cualquier acusación? ¿Vamos a llevar a la Audiencia Nacional a todas las víctimas? [...] Defender los derechos de los presos no es sentir cómplice simpatía por los delincuentes, es defender los derechos de los seres humanos, hayan cometido un delito o no. Es defendernos a nosotros mismos.”
El terror, de
José Luis García Martín.
2003-03-13 17:19 Tema peliagudo, basta con hacer algún comentario que aluda al tema y ya se es sospechoso de colaborar con banda armada. Y aquí, según vamos viendo, ser sospechoso o simplemente ser denunciado basta para que muchos entiendan que eres culpable. La máxima ‘eres inocente mientra no se demuestre lo contrario’ no sirve, parece, para nada. No hay mejor censura que la autocensura, y las acciones emprendidas por el G.E. van encaminadas a que todos sintamos miedo. Ese discurso continua cuando los PP acusan al PSOE de defender sistemas como el que propone Sadam. Malos tiempos.