¿Lo que yo vivo como azar, no es más que el deseo los otros?
José Cueli cuenta una anécdota a modo de parábola. Entre la sensación de no poder hacer nada y la de poder hacerlo y salir bien parados están todas las posibilidades: “inscrita en este espacio entre la certeza absoluta
metafóricamente la muerte y la ausencia total de certeza, el caos; la vida está viva. Pero hoy, el “otro” que desea y cuyo deseo nosotros vivimos como azar, lo incontrolable, es el “eje del bien”, que no desea otra cosa que la guerra.
El azar es deseo de otro.