Interesantísimo este texto de Raúl Minchinela sobre el choque existente entre ciencia y crítica a la hora de valorar si una obra es de un autor concreto o no. Expulsad a los científicos del templo del arte.
«Cuando presentaron los resultados para acreditar la obra, los expertos consideraron que no eran suficiente. En su opinión, las pruebas demostraban que el lienzo se pintó en la casa de Jackson Pollock, pero no que él lo pintara. Lo pudo falsificar alguien que caminara por aquel mismo jardín y que retozara por la misma alfombra y que lo hubiera pintado allí mismo. “He tenido casos con gente a la que le han caído treinta años de cárcel con menos pruebas que las que he presentado en este cuadro”, señalaba el investigador en declaraciones al New York Times. Sin embargo, el juez decisorio había hablado: le daban igual las pruebas microscópicas y las muestras de tejido y las probabilidades numéricas de reunir todas las condiciones. No le iban a convencer. La ciencia no puede acreditar un Pollock.»