Dice Santi Pagés que tal vez el cine y la cultura popular está empezando a decir que es el momento de poner en cuestión el conformismo civil ante la restricción de las libertades sociales que han crecido desde el 11-S. El fin de la docilidad.
«Lo que es seguro es que entre las ruinas de esa era —la de las tropas ocupando tierras lejanas, los fastidiosos controles aeroportuarios y el intenso espionaje de comunicaciones— la cultura popular está empezando a hacer evaluación y cuenta nueva. Quizá sea aventurado decir que en este momento ya nos ofrece soluciones al monumental lío en el que nos hemos metido como civilización. Pero, al menos, sí apela a cancelar el Apocalipsis. El cine en concreto, está empezando a poner punto y aparte a esa época de congoja y docilidad global.
Dos películas que no podrían ser más antitéticas en sus medios y formas de producción coinciden en señalarnos este nuevo estado de ánimo cultural: Compliance (Craig Zobel, 2012) y Iron Man 3 (íd., Shane Black, 2012). Que una película independiente y una superproducción avant la lettre contengan, cada una a su manera, las semillas de esta nueva mirada, habla de la generalidad del proceso de revisión del pasado reciente que ambas abanderan.»