Sobre la poesía de Octavio Paz, o más concretamente sobre su último poema como clave de toda su obra: La clave del poema como lucidez, por Alberto Ruy Sánchez.
«Octavio Paz subtituló su poema final “Diálogo con Francisco de Quevedo”. Pero ya su primera reflexión de juventud sobre la poesía había sido indirectamente un diálogo con Quevedo. Y más precisamente con las Lágrimas de un penitente, en donde Paz veía una especie de existencialismo antes del existencialismo y un aliento precursor del Baudelaire que se sabe nacido en el mal, sin salvación. Paz identifica ahí la semilla de la angustia o de la rebelión modernas.»