Bueno, ya sabemos lo dados que somos todos a exagerar en cuestiones literarias, sobre todo a la hora de inventar excelencias de nuestros autores preferidos, pero lo sea o no Alberto Rojo, qué demonios, habla de Borges: Borges, profeta de la física cuántica.
«Herbert Simon, premio Nobel de Economía en 1978 por sus trabajos sobre la teoría de toma de decisiones, dedica un capítulo de su biografía a la gravitación de Borges en su obra. Para Simon, el laberinto es metáfora de la vida. En consecuencia, la resolución de problemas supone “la búsqueda a través de un vasto laberinto de posibilidades”. En uno de sus trabajos técnicos de 1956, con entonación borgeana, dice Simon: “El espacio vital de un organismo no es una superficie continua, sino un sistema en ramificación, como un laberinto, donde cada punto de ramificación representa un punto de decisión”.»