Antonio Ortuño sobre el absurdo fetichismo en torno al libro en papel y la bendición que supone el digital sobre todo en entornos de escasez editorial: Gigante con pies de papel.
«Ahora bien: que uno se pase la vida perdiéndose una serie de paseos por santuarios del libro construidos en torno a un baobab milenario en el barrio de los brujos de Porto o al pie de la sección más antigua de la Muralla China significa, la verdad, muy poco en términos de procesos intelectuales. Cualquier página de libros gratis en la red tiene más y mejores textos que los que uno pueda conseguir por millones de dólares en esos tendajones hermosos y redundantes.»