¿Tiene sentido pitar con todas tus fuerzas en un campo de fútbol? ¿Cuándo, cómo hay que pitar? Antonio Agredano, Los pitos.
«El silbido. Me quedo en esto. Se está llenando la crónica futbolística de reflexiones acerca de los silbidos. De la intensidad, cadencia, origen y destino de los pitos. Se pitan los cambios, los fallos y hasta los aciertos. Se pitan las decisiones técnicas, las asistencias, los pases al portero. Se pita todo que es lo mismo que no pitar nada. El fútbol está envuelto en silbos como las caderas de una garota en el Sambódromo. A veces pienso que la música de los estadios está sobrevalorada. Si no sería mejor el silencio. La libertad de expresión es un derecho, pero el criterio formado es un deber. No podemos pedir expresarnos libremente si no vamos a preocuparnos lo más mínimo en qué decir. A veces pienso que el fútbol es ruido. Un ruido insano y caprichoso.»