A vueltas con el peaje urbano. Sigo pensando que el de Londres es apenas adecuado, probablemente cuesta lo mínimo que debería costar. Quiero decir, comparado con lo que cuesta en términos ambientales, de ocupación de espacio (que igual que el tiempo es un asunto social) y de reducción de la calidad de vida de las personas que viven en el centro.
Mercé Sala: “Aunque la medida pueda ser juzgada, con razón, como impopular, creo que hay que recibir con una cierta esperanza el atrevimiento y osadía del alcalde Ken Livingstone, que ha sabido poner sobre el tapete un problema ante el cual no vale la simple resignación. Tal como él mismo ha señalado la compensación de la medida debe ser la mejora del transporte público tanto de metro y trenes de cercanías como de los autobuses urbanos.”
La osadía del peaje urbano.