Laura Reyero nos habla de Terry O’Neill, retratista de la mayoría de las estrellas del Hollywood clásico. Terry O’Neill, el fotógrafo de las leyendas.
«Todo comenzó cuando el joven Terry quería ser batería de Jazz. La mejor forma que se le ocurrió para desplazarse de Inglaterra a los Estados Unidos fue enrolarse en la compañía aérea British Airways donde, a falta de vacantes como auxiliar de vuelo, le pusieron una cámara en la mano y le encargaron hacer fotos de quienes llegaban al país. Fue en ese preciso momento cuando un golpe de suerte cambió por completo su destino, y una fortuita fotografía del Secretario de Asuntos Exteriores durmiendo en el aeropuerto le abrió las puertas del fotoperiodismo londinense. Era 1959 y Terry O’Neill cumplía su primer encargo en el periódico Daily Sketck: retratar a Lawrence Oliver.»