Ilán Semo: “En 2000, los políticos descubren que el voto lo es todo. Después de décadas de elecciones que eran simulacros, es un descubrimiento sin duda saludable. Pero descubren también que en una era dominada por los medios masivos de comunicación, el financiamiento también lo es todo, es decir, que el carisma del acarreo ha llegado a su fin. Y el sistema no se halla preparado para digerir ambos descubrimientos. Hoy un político sin medios no es ni medio político.” Pero estos problemas no son exclusivos de México, aunque ahí estén agravados por la enorme corrupción del antiguo régimen. Quizá lo que haría falta sería que se declarara una ley de partidos mundial, que por fin se aclararan las reglas del juego democrático en términos de financiación de los partidos.
El espíritu (roto) de la colmena.