Javier Pulido cuenta muchas cosas que seguramente no saben de Bienvenido, Mr. Marshall. Desmontando a Mister Marshall: 60 años de secretos y mentiras berlanguianas.
« ¿Cómo es posible que la censura simpatizara con una de las películas más políticas de la historia del cine español? Por motivos completamente ajenos a Berlanga, el filme se encontraba en perfecta sintonía con el antiamericanismo del franquismo más reaccionario, que no había sido capaz de digerir la derrota de Hitler en la II Guerra Mundial y seguía escocido con la intervención estadounidense en el conflicto. Los hermanos Joaquín y Alberto Reig, productores de Uninci, no sólo vivieron y trabajaron en la Alemania nazi, sino que comulgaban políticamente con sus ideas. Al igual que las autoridades franquistas, no podían verse reflejados en algunos de los personajes de Villar del Río, como ese arrogante hidalgo don Luis que defiende el honor de sus antepasados o el párroco que identifica los valores norteamericanos con el pecado.»