Vivir en un reality show, esa oportunidad laboral. Lo cuenta Joana Bonet. Buscarse la vida en Marte.
«El show de la realidad en formato televisivo se ha convertido en un nuevo aguijón de subsistencia. Más allá de los cinco minutos de gloria y de la obsesión por la fama como activo no tanto para sumar fortuna como para sedar vanidades y conseguir mesa en un restaurante, hoy a través de los realities se consigue una profesión. A poder ser vocacional. Ahí está el llamado Project Runway un concurso de diseñadores de moda gracias al cual el ganador puede financiar su colección, los histriónicos Master chef o La voz, de donde se sale con la promesa de un luminoso futuro laboral y una campaña promocional gratuita. »