Parece que el hecho de que los Gobiernos se instalen en una trinchera y desde ella se dediquen a imaginarse y tratar de hacer imaginar un mundo hermoso es fenómeno extendido.
Andrés Oppenheimer nos lo cuenta de Argentina: ”¡Eureka! ¡Paren las prensas! Argentina está celebrando una recuperación económica que, de ser real, sería la primera de su tipo: probaría que un país puede suspender parte de su deuda externa, insultar a sus acreedores, rechazar las condiciones de las instituciones financieras internacionales, e iniciar un crecimiento duradero.”
Argentina: crecimiento y fantasía.