Cinco años de la muerte de David Foster Wallace y Rodrigo Fresán recupera lo que escribió entonces sobre él. Caerse y callarse.
«…y no ha aparecido la noticia de si David Foster Wallace dejó una carta –¿larga?, ¿llena de notas al pie y digresiones?– teorizando antes de hacer inmediatamente práctica su impostergable e ineludible necesidad de caerse con una soga al cuello y de callarse para siempre. No importa. No hace falta. En “Good Old Neon” está todo. “Good Old Neon” como su día impecable para el pez plátano. Y el avión se mueve mucho. Y Madonna –agotada pero sin llenar el estadio– canta en Sevilla, ahí abajo. “Life is a mistery, everyone must stand alone…” y todo eso.»