Tetas en suelo santo?, o de la obsesión de la Iglesia católica por el cuerpo femenino, por *Jose A. Pérez *.
«El trabajo consiste fundamentalmente en apostarse a las puertas de una catedral y observar fijamente a las mujeres. Observar sus muslos, y sus hombros, y su espalda. Y sus pechos, claro. Es fundamental hacerlo sin disimulo y sin la menor sombra de lascivia. No se trata tanto de mirar como de analizar. ¿Es ese escote lo suficientemente recatado? ¿Están esas tetas lo suficientemente escondidas, es esa falda lo suficientemente larga? El trabajo, en definitiva, consiste en pegarle un buen repaso a miles de turistas al día y preguntarse qué opinaría Jesucristo a primera vista.»