”¬Y entonces ¿Están contra el sentido común todos los órganos y dictámenes y premios de las Artes? ¬Naturalmente: lo mismo que en las demás industrias del Régimen y las empresas: ¿creías tú que las obras se hacen y se promueven para la utilidad o el gozo de la gente del común? Pamemas, niña: se hacen para mover dinero, para vender al por mayor y menor los sustitutos de la vida: ésa es la Ley. ¬Pero, entonces, esto es una gran estafa. ¬Es una gran estafa, y peor que eso. Y lo más triste es que siguen naciendo por ahí muchos y muchas que saben pintar, manejar gubias y escoplos, con más medios y gracias que nunca, cantar como ángeles… Pero todo queda envuelto y enfangado en la bola del gran negocio, recubierto además con literatura de significados y mensajes.”
La estafa de las artes, de
Agustín García Calvo.
2003-02-27 02:27 El caos es mi elemento natural, donde me siento cómodo. Parece que a otros les vuelve locos. Agustín García Calvo, me temo, echa de menos al artesano. En mi opinión eso que llaman arte hace tiempo que ha muerto, está enterrado en el mismo sitio que Dios. Pero hay más, resucitan en forma de vampiros: El Mercado del Arte y la Iglesia Católica. Una escena de Adoración a los Muertos Vivientes. Si buscaís en Google (la nueva capilla) La Máquina de Hacer Arte os encontrareís con Scherezada Lovelace y un servidor de ustedes. En un servidor recojo las huellas del caos: Un intento de usar la Usenet (anterior a la Internet) como herramienta. Un simple experimento de auténtico NetArt. Cutre o profundo, según de que lado se mire.