Jordi Sánchez Navarro habla de las potenciales dotes detectivescas de twitter con un ejemplo personal. Twitter, el detective colectivo.
«El micromundo de Twitter es un buen ejemplo de la tensión que recorre todo Internet. Los ciento cuarenta caracteres que cualquier usuario que disponga de una cuenta pone a disposición de aquellos que le siguen pueden ser píldoras de sabiduría, a veces incluso perlas de sabiduría, pero pueden también ser información irrelevante, ruido o, en el peor de los casos, ejemplos altamente elaborados de la imaginación troll. Como usuario regular y defensor acérrimo de Twitter, creo que en ese carácter indómito y volátil radica precisamente su grandeza.»