No he leído nada de su prosa, pero quizás merezca la pena si hacemos caso a este elogioso, y algo alambicado, artículo de Jorge Arbeleche en el que repasa su obra: Juana de Ibarborou, su prosa.
«Otras facetas interesantes de su prosa aparecen en sus discursos, algunos de ellos verdaderamente ejemplares, como el que pronunció cuando su ingreso a la Academia Nacional de Letras, o en su correspondencia, donde una de sus manifestaciones de talento para el género epistolar la constituye su respuesta al Embajador de la España franquista, en 1946, donde manifiesta en forma enérgica su defensa de la libertad y la democracia.»