¿Quieren un buen resumen de cómo está el país institucionalmente hablando, y como pinta? Léanse Mensajitos, de Otis B. Driftwood.
«Si se confirman los papeles de Bárcenas, es decir, si de ahí es posible colegir una financiación ilegal del PP, el cobro de sobresueldos y —lo más grave— la recepción de esas mordidas a cambio de favores a grupos de presión (léase sobre todo constructoras y promotoras), ¿podríamos definir al PP como organización criminal? En teoría no sería descabellado, y de hecho Juan E. Tur plantea esta posibilidad, aunque desde una perspectiva tan escéptica como la mía; al fin y al cabo, la Ley de Partidos fue creada ad hoc para ilegalizar a un partido concreto y la iniciativa para hacerlo ha de partir de las propias cámaras. Es poco probable que se quieran disparar en el pie por diversión.»