Las calzadas romanas, cómo las construían, sus tipos y otras curiosidades históricas, por Luis Manuel Moll.
«En los tiempos de esplendor del imperio, las calzadas crecían a un ritmo de un kilómetro cada dos días. Sorprendentemente muchas de ellas sirvieron a lo largo de casi toda la historia moderna de los países por donde pasaban. ¿Cuál es el misterio de su construcción? La respuesta está en su meticulosa manera de prospectar el terreno que tenían los topógrafos romanos con ayuda de unos artilugios conocidos como la groma y la dioptra.»