Incómodo, desagrablae y probablemente necesario texto de Alejandro Pérez sobre la ligereza de los juicios públicos. Arrepentido y reinsertado.
«“No fue sólo un error. Fue una cadena de muchos errores”, me dice, tras varios minutos mostrándose reacio a transformar por fin esos sentimientos en palabras. “Imagina que te juntas con la gente equivocada. Y que te aíslas del mundo, que empiezas a pensar con ellos, desconectándote de la realidad… y poco a poco unas ideas se refuerzan con otras, y crecen, en espiral, sin parar, cada vez más locas, cada vez más extremas, hasta que cometer una locura te parece lo apropiado. Se distorsiona la perspectiva, te vuelves inhumano. Ha pasado muchas veces en la Historia. Todas, absolutamente todas y cada una de ellas, han sido terribles. Y yo fui protagonista de uno de esos extremos. Merecí la condena, merecí todos esos años de cárcel.” »