José Pablo Feinmann sostiene que Estados Unidos ha entrado en una dinámica enajenada. Afirma que dado el dislate, ha de entrarse a buscar explicaciones en otros ámbitos del saber ajenos a la política internacional, la sicología y el sicoanálisis, por ejemplo: todo hijo ha de superar al padre. “La dimensión catastrófica de lo que se viene puede leerse en el siguiente simple, inevitable razonamiento: Hiroshima y Nagasaki (las más grandes hecatombes de guerra del siglo XX) encontraron su punto de justificación (ya que Estados Unidos actúa, digamos, retaliativamente) en el ataque japonés a Pearl Harbour. Ese ataque lo fue a un blanco militar. La ofensa a la nación fue considerablemente menor que la ofensa de las Torres Gemelas y el Pentágono. Harry Truman —con Pearl Harbour como símbolo a vengar— arrojó dos bombas atómicas sobre ciudades desguarnecidas, blancos civiles. ¿Qué no hará Bush para retaliar lo de las Torres?”
Historia y locura.