Mr. MacGuffin introduce la idea de la Televisión de serie B, series de presupuesto menor, desparpajo y buen hacer que se abren camino en la parrilla televisiva.
«Desde hace un tiempo, los críticos estadounidenses, principalmente, están escribiendo todo tipo de radiografías del estado de la ficción televisiva, determinando que la tan cacareada “segunda edad de oro” de las series se ha terminado o, como mucho, estamos viviendo sus últimos coletazos al mismo tiempo que se consolidan definitivamente los cambios en el modo de visionado de esos títulos. Sin embargo, casi al mismo tiempo, la crítica Maureen Ryan, en The Huffington Post, apuntaba hace un par de semanas la aparición de una nueva tendencia en esa ficción, una tendencia que ella describía como de película de serie B, y que estaba constituida por “un dinámico grupo de dramas discretamente subversivos (…). Estas series se originan a menudo en el extranjero, varias de ellas tienen a protagonistas femeninas complejas y utilizan inteligentemente las normas del terror, el misterio, los culebrones, la ciencia ficción y los thrillers para bosquejar de un modo barato historias entretenidas”.»