El escritor Daniel Gascón se despide del recientemente fallecido Javier Tomeo. Daniel Gascón escribe de Javier Tomeo.
«Hay muchos escritores buenos. Pero no son tan frecuentes los que inventan una manera de ver el mundo y consiguen contagiarla a los lectores. Javier Tomeo (Quicena, Huesca, 1932) es uno de ellos. Es también un escritor raro, que produce una literatura “situada en la periferia”, en palabras de Félix Romeo. Ocupa desde hace más de cuatro decenios una posición singular en nuestras letras: es un escritor que prefiere la alegoría al realismo, el zarpazo de la intuición a la reflexión intelectual. Ha creado un universo rabiosamente personal, difícil de incluir en clasificaciones generacionales o sociológicas. Según Rafael Conte, “viene del mundo de las pesadillas, de lo fantástico y lo onírico, recuerda en suave –y subrepticio- a Kafka, a Buñuel, al surrealismo, a Charlot, a Buster Keaton o al gran Ramón Gómez de la Serna”. Esa rareza es también extraliteraria, y se aplica a la recepción de su obra: Tomeo es un narrador que ha tenido grandes éxitos con las adaptaciones teatrales que se han hecho de sus novelas, primero en el extranjero y después en España.»