Suele haber algo en el escepticismo (en los militantes) que no me gusta: su tono de superioridad, el tono de quien cree que todo el mundo debe tener su formación y su capacidad. Algo de eso hay también en este artículo, pero sin duda resulta interesante: El escepticismo y el pseuperiodismo indignado, por Andrés Rodríguez Seijo.
«Incluso más que con el periodismo, el foco habría que hacerlo con los propios usuarios de internet, que se creen todo aprovechando esta ola de indignación global (recordemos los famosos 450.000 políticos que tenía España), y retuitean o comparten cualquier tipo de información sin intentar cuando menos buscar algo más de información. ¿Por qué vas a gastar 30 segundos en buscar más información, si puedes compartir la información en 2 segundos?»