Hace 50 años Guinea Ecuatorial era una parte más del territorio español. Hoy no parece quedar ningún rastro de aquello, y España no hace absolutamente nada por mejorar la vida de sus hasta hace poco ciudadanos, bajo una férrea dictadura: España y Guinea Ecuatorial, por Donato Ndongo-Bydyogo.
«La consigna es apoyar a Obiang. El pretexto, «defender los intereses de España». ¿Cuáles son, cuando el régimen de Malabo impide el arraigo de empresas emblemáticas? ¿Qué intereses, si los inversores españoles son extorsionados, según denuncia una minoría no paralizada por el miedo? ¿Por qué ocultan muchos hechos gravísimos a su opinión pública? Aducen un supuesto «desarrollo espectacular» en Guinea Ecuatorial, obviando que el mero crecimiento no supone bienestar. Sobre el papel, a cada guineano le corresponde un barril de petróleo diario; en la realidad, con datos de organismos internacionales competentes, Guinea Ecuatorial es uno de los países más corruptos y peor gobernados: la renta por habitante es de 32.026 dólares, similar a la española; pero sus 700.000 habitantes sólo tienen una esperanza de vida de 51 años.»