Papyrus abre una serie de artículos, bien documentados, donde pretende dirimir una de las más grasientas controversias de la modernidad: Mantequilla vs. margarina (I): la guerra de la margarina
«Desde que se inventara allá por finales del siglo XIX, tanto el procesado como la formulación de la margarina han ido sufriendo importantes variaciones de acuerdo a los avances científico-tecnológicos y a la demanda del consumidor. Así, si en un principio lo que se demandaba era básicamente un producto parecido a la mantequilla (dentro de lo posible) pero más barato, lo que se exige hoy en día es un producto de sabor, aroma y aspecto parecidos a los de la mantequilla, capaz de fundirse a la temperatura de la boca, que sea fácil de extender (incluso a temperaturas de refrigeración) y, a ser posible, que sea más saludable que la mantequilla, incluso aunque eso pueda suponer un precio más elevado.»