Mikel Ayestaran revela la otra cara de Estambul, la que proviene de la inmigración rural, conservadora, islámica y que apoya a Erdogan: El ‘pequeño Irán’ de Estambul blinda a Erdogan.
«En las calles de Fatih las carnicerías anuncian que sus productos son Halal (alimentos aceptados según la sharia, código de ley islámico) y que trabajan siguiendo todas las normas islámicas. La gente no oculta su inclinación por el partido en el poder y tiene ganas de hablar con la prensa extranjera para mostrar “la imagen de la Turquía real, lo que hay en Taksim solo es una parte muy minoritaria de esta sociedad”…»